Acerca de algo que se dijo sobre los desahucios

Hola.

Quería comentar algo que se habló en la asamblea y que en ese momento a mí no me cuadraba pero he tardado unas horas en pensarlo. Ana comentó que hay (o puede haber) propietarios que han invertido de su propio bolsillo, digamos 80 mil euros, que si  pierden la casa por no pagar la cuota, también pierden los 80 mil euros.

Es de sentido común que no los tienen que perder y si el banco, llegado el caso, no se los devuelve, es una irregularidad denunciable. De todas maneras hay que asegurarse que en las documentaciones figure claramente el importe concedido y el precio de la propiedad, y ahí tiene que deducirse con toda facilidad qué cantidades aportó el comprador y qué cantidades aportó el banco. Si ni siquiera está eso, es que al comprador lo han estafado y hay que ser bastante ignorante para firmar el préstamo y que no aparezcan las cantidades aportadas por uno mismo.
Por poner un ejemplo sencillo: el banco compró por 200 mil euros, el propietario puso 80 y el banco 120 .No nos olvidemos todos los que alguna vez firmamos una hipoteca que hay un párrafo donde queda muy claro que la casa no es del propietario sino del banco hasta terminar de pagar el préstamo. Recuerdo que mi escritura decía que yo me comprometía a cuidar la casa «como un padre diligente» (sic) Por eso hay dos escrituras: la de la casa y la del préstamo. Con la escritura del préstamo es con lo que el banco argumenta que la casa es de él y….nos guste o no…es cierto. El banco puso dinero, luego tiene derechos. Lógicamente, la casa empieza a ser verdaderamente del propietario cuando traspasa la barrera del 50% del préstamo.

Supongamos que el propietario deja de pagar, por los motivos que sean, y le ejecutan la hipoteca, es decir, pierde la casa y ésta pasa a ser propiedad exclusiva del banco. En este punto el banco no le devuelve nada porque tampoco tiene de dónde sacarlo: sus 120 mil euros fueron a parar al bolsillo del constructor (o el dueño anterior). La casa, en algún momento, se vende otra vez a 200 mil euros. El comprador desahuciado recupera 80 mil euros MAS LAS CUOTAS PAGADAS, de esto no se habló, pero tendría que ser así, porque es como cuando uno vende su propia casa antes de terminar de pagarla. Si yo puse 80 mil euros y pagué cuotas por 20 mil euros, mi derecho son 100 mil euros…creo yo..¿o no? Creo que sí; yo le habré devuelto al banco, mes a mes, 20 mil euros, con lo cual, el préstamo se queda en 100 mil euros, que es lo que recupera el banco de sus 120 mil iniciales (habría que tener en cuenta los intereses, o sea que es posible que en las cuotas por 20 mil euros una parte son intereses, pero el ejemplo es con números redondos para que yo pueda entenderlo)

Bueno………quería comentar esto porque no tuve rapidez mental para hacerlo en ese momento y porque, como dije en la asamblea, creo que hay que estar muy bien informados sobre los casos de desahucio.

De paso, también quiero comentar y dejar como consejo, para todas las asambleas de todos los barrios, que va a ser necesaria MUCHA, pero MUCHA imaginación para sacar de la crisis a los futuros desahuciados, a los parados de hoy y a los futuros parados y al país en general.

Ninguna solución debería descartarse de antemano por descabellada que parezca. Si estamos como estamos es, justamente, por habernos comportado en forma descabellada. Lo digo en plural aunque yo, como casi todos, yo me porté bien: pagué mi IRPF, no puedo evadir nada porque trabajo por cuenta ajena, no llego a fin de mes más que a base de truquillos de ahorro y siempre llego en números rojos. La crisis, si NO tiene un culpable, ése soy yo. Pero me toca pagar los aumentos como a todos, me toca que me quiten 80 euros en el sueldo como a muchos y no me quejo porque por lo menos tengo un empleo, tengo antigüedad y me siento bastante amparado en ese sentido.

Cuando hablo de imaginación me refiero a cosas como los microcréditos que otorga un banco hindú a ciudadanos de escasísimos recursos y que, por lo poco que he leído, funciona bastante bien. No sé qué ganancias tiene el banco pero los ciudadanos beneficiados con los créditos han mejorado mucho su vida.

En la Argentina existían (no sé si todavía) los microemprendimientos, que solían ser familias con todos sus miembros desempleados y que iniciaban una actividad comercial (con ayuda tipo crédito) en plan familiar, sin alquiler de local, sin compra de maquinaria especializada…tal vez sin controles sanitarios, sin salida de humos, sin maquinaria de acero inoxidable, sin carnet de manipulación de alimentos…….y bueno…..¿queremos salir de la crisis? ¿Cómo se puede abrir un establecimiento en España si no hay más que reglamentaciones por todas partes? ¿Cómo se puede tener acceso a un crédito, por ejemplo ICO, si tienes que presentarles un plan de empresa que ,al menos en los papeles, dé ganancias? ¿Alguien cree que algo dá ganancias en este momento en España, como no sean los psicólogos?

Hay que ser flexibles, hay que ser imaginativos y también hay que tener ganas de salir con el propio esfuerzo y no (ya sé que esto que digo va a ser feo) no esperar permanentemente la prestación por desempleo. La realidad es que no hay dinero. No gastamos porque no tenemos.

Los bancos indudablemente son una parte muy pesada en la balanza de resposabilidades. Vale…no contemos con ellos. No sé cómo. Pero los bancos son un invento relativamente moderno, del Siglo…yo qué sé….XV o XVI. ¿Antes cómo hacíamos?

Cierto que el mundo no es igual. Si…nos mal-acostumbramos demasiado al crédito, un invento nefasto para el ciudadano de a pié. En alguna época, me acuerdo que cada uno tenía asumido qué cosas podíamos tener y qué cosas NO podíamos tener. Yo nunca tuve un Scalextric. Fue el juguete que sabía que nunca iba a tener. Y no lo tuve. Mi hijo….no tuvo TODAS las películas en video (aquel obsoleto VHS). Sus amigos sí, pero yo no podía comprarle CADA película que salía en VHS. Habría que…..pensar (por lo menos eso) acerca de dónde está situado cada uno de nosotros. Todos nos merecemos una casa con calefacción y aire acondicionado. Pero si la instalación va a costarme un 10% de mi sueldo durante 5 años…..tendré que pensar que la instalación es cara, o que yo no puedo pagarla, y que en invierno andaré con jersey adentro de casa (que es como fue mi infancia y adolescencia, y no por eso la recuerdo como una época de sufrimiento. Más bien, nos agrupábamos junto a las estufas o no atrincherábamos en el salón, que durante un tiempo fué la única estancia de la casa con una estufa tamaño familiar)
Conocí épocas en las que se acostumbraba empezar a guardar billetes y monedas para comprar algo. Esperábamos varios meses para comprar un electrodoméstico. Ahorrábamos con vistas a las vacaciones. La ropa tenía que durarnos varias temporadas y nos las pasábamos de hermanos a hermanos o heredábamos de los primos mayores. Ahora no se hace porque la ropa barata es una basura que no dura un fin de semana…pero es barata y la gente compra MAL. La suela de los zapatos era de eso: de suela. Y se cambiaba cada tanto, porque el zapato era de piel (cuero) legítimo y no íbamos a tirarlo porque la suela tuviera un agujero. Si ahora quieres hacerlo, el zapatero se ríe y te dice que te va a costar más que comprar un zapato nuevo. Claro………pero es que ese «zapato nuevo» no es de cuero, es sintético; la suela no es de suela, es sintética. Y no va a durar nada. Si los zapatos de verdad no costaran lo que cuestan, la gente los compraría. Y lo mismo con jerseys, pantalones y etc. Pero si los comerciantes no se avienen a ganar un poco menos……va a ser difícil que la gente vuelva a gastar. Recuerdo que, a los pocos días de la crisis o de alguno de sus picos, iba yo por la Gran Vía y ví zapatos de cuero legítimo que se vendían casi a un 50% de su precio de unas semanas antes. Me pregunté «¿Por qué el mal parido del comerciante no tenía estos precios ANTES de la crisis?; ¿realmente, cuál es el precio justo de estos zapatos?, ¿o se puede poner CUALQUIER precio, a ver si algún incauto, o alguno de esos imbéciles que presúmen de gastar, lo paga sin discutir?»

Hay que echarle imaginación, gastar con criterio, gastar en lo indispensable e imprescindible. Y, de momento, no contar con los bancos. Puede que una o dos generaciones de españoles no tenga casa propia, pero la siguiente la tendrá a un precio justo y sin tener que pagar la última cuota casi con el último aliento.

Es todo.

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